
José Gregorio Hernández, desde el momento de su muerte, tuvo la dicha de ser aclamado santo por todos los venezolanos. La Iglesia católica, escuchando el clamor y oraciones del pueblo, inició, desde 1948, el camino hacia el reconocimiento oficial de su santidad. Declarado siervo de Dios, Venerable en enero de 1986 por Juan Pablo II y, el 19 de junio de 2020, en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, a quién J. G. H. consagró vida y misión, el papa Francisco firmó el decreto para su Beatificación.
El médico de los pobres, en vida, era tenido como hombre de Dios por su gran humanidad. Santidad que los pobres de su tiempo palparon en la fe, bondad y caridad que irradiaba y comunicaba como don de Dios en su trato cercano y amable, tratando no solo la enfermedad sino a la persona.
Santidad expresada en su amor incondicional a Jesucristo, la devoción a María y su pertenencia por entero a la Iglesia católica, desde donde sirvió como apóstol de la salud, siervo de la vida, viviendo en su cotidianidad las promesas bautismales.
Santidad que sus estudiantes reconocieron cuando en las aulas y el laboratorio, con disciplina y amor exigente, les formaba para los grandes desafíos que el país de entonces, rural, precario, hundido en la miseria y las enfermedades tenía que afrontar para colocarse a la altura de los tiempos.
Santidad que la naciente comunidad científica, positivista y no creyente, admiró por su espíritu de investigador actualizado, honesto y apasionado por la verdad y el trabajo arduo por la construcción de la medicina científica en Venezuela.
Santidad que el gran escritor venezolano Rómulo Gallegos expresó bellamente el día del funeral “[…]puede asegurarse que en pos del féretro del doctor Hernández todos experimentamos el deseo de ser buenos”.
Santidad que sigue irradiando e infundiendo esperanza, con su cercanía sanadora, a una sociedad enferma, que confía y eleva su plegaria: “José Gregorio Hernández, ruega por nosotros”.
Este año que la Iglesia ha venido trabajando por la renovación de las parroquias, la Jornada nacional de encuentros “Venezuela Camina con J. G. H.” es un acontecimiento oportuno para impulsar la renovación de la Iglesia.
La Jornada cuenta con una comisión coordinadora a nivel nacional que ha elaborado el material de encuentros familiares y comunitarios.
Con un enfoque existencial, vivencial, esta Jornada pretende que los venezolanos conozcan la riqueza humana y cristiana del beato J. G. H. Será un camino revelador y pedagógico para que todas las familias venezolanas puedan hacer comunión en torno a su figura.
Son doce encuentros familiares y/o comunitarios acompañados de un instructivo o cartilla. El doce es un número simbólico, en el Antiguo Testamento hace referencia a las doce tribus de Israel; en el Evangelio Jesús elige doce apóstoles; el doce representa la misión universal de la Iglesia; con ello, queremos simbolizar que José Gregorio Hernández es de todos.
Los títulos de los temas para cada encuentro ponen de relieve el principio y fundamento en el que José Gregorio afianzó su existencia y desde donde integró todas las dimensiones de la vida: la fe en Jesucristo. La reseña o sumario de cada tema es una guía que nos brinda una visión integral y orgánica de la vida y obra de J. G. H. Quienes emprendan el camino de estos doce encuentros, al final terminarán con un cuadro bastante completo y actualizado de la rica personalidad de José Gregorio Hernández y, con el deseo de hacer vida la misión de nuestro beato, despertando en la Iglesia y en el país un movimiento por la vida, la dignidad humana y el bien común.